CAUSAS Y CONSECUENCIAS

CAUSAS DE LA ILUSTRACIÓN
La causa más fuerte es la Revolución Francesa.

La falta de fe en la concepción teocrática del mundo, el despilfarro eclesiástico, la búsqueda del ser superior que no se siente inferior a Dios y la razón por encima de las actitudes virtuosas. La Ilustración, debemos recordar que fue un movimiento clasicista y racionalista, siendo el Romanticismo lo contrario.
CONSECUANCIAS DE LA ILUSTRACIÓN
Surgieron nuevas ideas como: igualdad política, tolerancia y religión natural.
Denis Diderot y Jean DÁlembert editaron la Enciclopedia como obra cuyos artículos ordenados alfabéticamente, estaban firmados por las figuras de la época: Voltaire, Montesquieu, Helvetius, Buffon, Rousseau, Turgot. Montesquieu: en sus Cartas persas critica las costumbres e instituciones francesas. Pasó a ser filósofo político con su obra El Espíritu de las Leyes, desarrolló la doctrina de la separación de los poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Teniendo una enorme influencia en el constitucionalismo moderno.
Rouseau: Su pensamiento plantea el deber de toda organización política de salvaguardar los derechos individuales, y someterse a la mayoría. Consecuencia de esto es la democracia y el sufragio universal. Otra consecuencia son los avances científicos: con el surgimiento de centros de investigación (academias, observatorios astronómicos, jardines botánicos, etc.) que junto con los periódicos o revistas difundieron las conquistas de las ciencias. La matemática, la astronomía, el perfeccionamiento del telescopio, avances en medicina, etc.

Los avances técnicos anunciaron la Revolución Industrial.
Las características de la Ilustración son las siguientes: 
 
Sin duda, el vocablo más utilizado en  el siglo XVIII en literatura, filosofía y ciencia, es el de “racional”.. Los intelectuales de éste siglo dieron a su época en nombre de “siglo de las luces”, refiriéndose a las luces de la lógica, de la inteligencia, que debía iluminarlo todo.
Se da enorme importancia a la razón: el hombre puede comprenderlo todo a través de su inteligencia; sólo es real lo que puede ser entendido por la razón. Aquello que no sea racional debe ser rechazado como falso e inútil.
Este racionalismo llevó a la lucha contra las supersticiones, por eso en este siglo termina la denominada “caza y quema de brujas”.
 
Se considera que la Naturaleza ha creado al hombre para que sea feliz. Pero de acuerdo con la mentalidad burguesa, esta felicidad para que sea auténtica debe basarse en la propiedad privada, la libertad y la igualdad.
Cuando los ilustrados citan la igualdad, no se refieren a la igualdad económica, sino a la política y legal: igualdad ante la ley
 
El hombre del siglo XVIII piensa que la naturaleza es una especie de máquina perfecta que lo hace todo bien.; hay motivos, por tanto, para sentirse optimista. Por otro lado, se considera que la  historia supone la evolución progresiva de la humanidad, es decir, que el hombre con el transcurso de los siglos se va perfeccionando continuamente; así llegará el momento en que se logrará construir la sociedad perfecta, una especie de paraíso en la tierra.

 
La Ilustración es la primera cultura laica de la historia de Europa; cultura al margen del cristianismo, y en algunos aspectos anticristiana.. Esto tiene su explicación en cierto rechazo por parte de la Iglesia, de la forma de vida burguesa. La burguesía constituye una clase que, desde su aparición, vive del comercio, del préstamo con interés y del lucro. Todavía en el siglo XVIII nos encontramos con teólogos que consideraban al préstamo con interés como usura; con moralistas que seguían hablando de ganancias ilícitas y, con sacerdotes que predicaban que era más fácil salvarse a un hombre dedicado al ocio, que no al comerciante. 
Las virtudes cristianas son transformadas en virtudes laicas; los ilustrados nunca hablan de caridad (amor al prójimo por amor a Dios), sino que emplean la palabra filantropía (amor al hombre por el hombre mismo).El carácter no religioso de la Ilustración se nota también en las lecturas de la época: en el siglo XVII los libros que más se editaban eran  las vidas de santos y las obras de piedad; en cambio en el siglo XVIII las obras más editadas son de filosofía, ciencias naturales y apenas libros religiosos.